martes, 4 de agosto de 2009

Oído en el micrófono de la olla de la niñez

Una de las hijas de una compañera de la olla de unos 11 años escribió y leyó en el micrófono abierto lo que nosotros queríamos expresar pero sin encontrar las palabras que ella si encontró.


Las personas adultas nos subestiman porque somos chicos, pero lo que ellos no saben es que los chicos nos damos cuenta de todo. Por ejemplo: cuando hablan y nos dicen que no podemos escuchar conversaciones de grandes, piensan que no tenemos cabeza para entender.

Porque los adultos arman guerras donde cientos de personas mueren y nosotros rompemos un vaso y nos retan.

Que pasaría si fuera al revés, que los chicos gobernáramos a los grandes en todos los países del mundo…

Si yo fuera presidenta acabaría con la pobreza, porque yo soy una chica y entiendo lo que es sufrir de hambre y frío y no me gustaría que otros chicos sufra de lo mismo; que se hagan escuelas más cerca de las casas donde los chicos tienen que ir a caballo para poder estudiar; me gustaría que las mamás estén menos ocupadas y tengan más tiempo para jugar con nosotros.

También me gustaría que los chicos nos tratemos por igual porque hay padres que tienen más posibilidades que otros que no pueden comprarles cosas mejores y se creen más que los otros que no pueden.

Me gustaría que los adultos nos presten más atención, y que sí, nosotros no somos unos santos, pero NO NOS MANDAMOS LAS MACANAS COMO USTEDES!!!!