sábado, 14 de junio de 2008

LAS MANOS INVISBLES DEL MERCADO

Buenas noches compañeras y compañeros…

La Olla de hoy, tiempo liberado a la sublevación, confín de la palabra y el gesto insurgente, calle ingobernable, viene a dar su grito contra la propiedad privada, virus que todo lo enferma…

Este mayo revoltoso va matando los minutos-mercancía en la medida que los segundos son liberados del Gran Reloj que los tiene esclavizados…

En el Reino del Capital, reino del despojo, todo tiene que tener Dueño. Dueño tienen los medios de producción, la tierra, la fábrica, las herramientas, las máquinas, y dueño tiene el producto que el trabajo humano genera… Dueño tienen las ideas que el trabajo intelectual nace al mundo, y dueño tienen las bellezas que el arte fabrica…Dueño tienen los cuerpos que los consumidores consumen, y dueño tiene la sexualidad que se compra y que se vende…Dueño tiene la vida que la naturaleza regala, y dueño tiene el derecho de matar todo lo que vive o da vida. Dueño tiene la cultura de consumo, anticultura por excelencia, muerte de las fértiles diferencias que hay en la humanidad…

Dueño tiene el futuro, y dueño tiene la memoria…

Sin embargo, son pocos los dueños de todo, los propietarios, los que legal o ilegalmente (es indistinto), se han apropiado de todo. Y apropiarse significa privar a otros y otras de…

Robarle a otros y otras los sueños, las ideas, la tierra, la vida.

La propiedad es un robo, dijo alguien hace mucho. Vaya paradoja, por esas épocas se escribieron kilos y kilos de papel para legalizar ese robo, lo que implicaba penar, castigar antes que a nada, más que a todo, como si fuese el peor pecado de la humanidad, el robo al robo, es decir el delito contra la propiedad. Y así pasaron los años y esas toneladas de papel fueron deshistorizadas, transformadas en letra sagrada, como si hubieran bajado del cielo en un tiempo fuera del tiempo. Como si no hubiesen sido escritas por una clase para privar a otra de TODO. Y ahí tenemos la sagrada constitución, la cual ha de ser respetada porque así lo dice la constitución, que no fue escrita por nadie pero que defiende el derecho a la propiedad privada, a ser explotado por el dueño de los medios de producción y a ser golpeados si tomamos lo que no tenemos.

Y vaya paradoja también, que hoy la mayoría de la población carcelaria (no tenemos a mano la cifra pero el tema fue tocado largamente en otra olla) está privada de su libertad por delitos contra la propiedad. Y que los medios de comunicación -dueños de la información, de qué se sabe y qué no, de qué es la realidad y qué no- gritan histéricos y diseminan el miedo y la sensación de inseguridad por el riesgo que corre la propiedad. Que todos los miserables poseedores de algo, por mas mínimo que sea, estén alertas, que los desposeídos no aceptan con la cabeza gacha no tener nada y van a por loque es de ustedes. Y que la Justicia históricamente ha actuado mas rápido que nunca a la hora de defender la propiedad privada de los medios de producción, procesando, encarcelando, reprimiendo, torturando, matando, por medio de sus perros guardianes armados, a las trabajadoras y trabajadores que toman conciencia de su desposesión.

Y desposesión tienen los cuerpos de sí mismos, ultrajados como mercancías sexuales, alquilados a la crueldad o la indiferencia de los consumidores-prostituyentes…

Desposesión tienen los niños y las niñas desposeídas de su infancia. Desposesión de un lugar donde abrigar la noche, de un plato caliente, y desposesión del juego y la inocencia… También asesinados brutalmente para reforzar el respeto por la propiedad privada que se les priva, como si fueran alimañas peligrosas… Desposesión tenemos los y las de abajo de los bienes naturales. De la tierra donde sembrar o criar lo que comer. Desposesión del agua, del tiempo de ocio, de la educación, de la salud…

Desposesión del deseo, moldeado y esclavizado en la pantalla del televisor, por la exacerbación del antojo de tener miles de artículos que no solo son absolutamente innecesarios, si no que además mantienen la sensibilidad endurecida y el razonamiento adormecido…

Desposesión y Dueño, dos caras de la misma moneda…

Ahora, ¿porqué tanto celo por mantener el sentido de propiedad?, ¿porqué tanto intento de que los dueños lo sean eternamente y los desposeídos también nos sintamos dueños de algo?, de qué marquemos el límite, hasta acá es mío, no podés pasar, yo soy yo y esto es lo mío, el resto que se muera. ¿Será porque así nos mantienen dispersos, fragmentados, preocupados en preservar nuestras miserias humanas y materiales?, ¿Será una de las tantasformas del capitalismo de hacernos reproducir a los oprimidos el discurso de quien nos aplasta, nos adormece, nos explota, se roba nuestro tiempo, nuestro ocio y, en fin, nuestra vida ?, ¿Será para inventar esos motes que igualan lo desigual: ciudadano, consumidor, argentino, propietario?. No importa si sos Grobocopatel, dueño de las semillas (sí, porque no solo las tierras tienen dueño sino todo lo que puede dar vida o muerte) o un empleado del EKI, todos somos argentinos, todos podemos ser dueños si nos esforzamos y le pisamos la cabeza al otro. Y todos somos ciudadanos, salvo que seamos algún morocho que pone en riesgo la propiedad y la familia argentina: Ahí sí, ahí los dueños de la verdad (que también tiene dueño) marcan las diferencias; ese morocho no es ni argentino ni ciudadano ni consumidor, ese morocho no es asesinado, es abatido, abatido por la rápida y efectiva actuación de las fuerzas de seguridad que una vez más han logrado preservar la propiedad, la tranquilidad y la seguridad de los ciudadanos, cosas éstas mucho mas importantes que la vida de los que no lo son. ¿Cómo enfrentamos todo esto?, tanto idiota útil preocupado por su culo y tanto mercenario dueño de todo, con todo el peso de la ley y de las armas a su favor, cuidando que la balanza siempre está inclinada, que la Justicia sea siempre tuerta, que todos y todas seamos desiguales ante la ley y que los explotados y explotadas seamos el blanco de esa ley.

En la olla pensamos que quizá lo opuesto a esta lógica que nos separa por lo que tenemos y dejamos de tener, sea inventar formas comunitarias de poseer.

Poseer la calle para que todos y todas la poseamos, sin leyes ni estados de por medio, poseer una olla en la que cocinamos todos para todas y todas para todos, una olla que no es de nadie y es de todos y todas, que queremos que siga circulando sin dueño, como nuestras ideas y nuestros sueños.

Tarea difícil…? Tarea imposible…?

Pues sí, es todo eso y mucho más… Pero qué nos queda, si no dar vuelta el mundo que nos rodea para hacerlo más humano, más habitable…

Compañeras, compañeros. Hoy esta calle está liberada. Esta calle de ellos

es nuestra. Y ni los esclavos de uniforme ni las leyes que los mandan van a cambiar eso, aunque en esta luz que se abre ingobernable se nos vaya la vida…

Un abrazo fraterno para todas y todos, la Olla

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