En esta olla nuevamente estuvieron presentes las proyecciones de compañeros que generosamente traen sus equipos y sus materiales que tratan de llegar con el ojo de la cámara a donde los ojos de la sociedad indiferente no llegan.
En este caso además de los compañeros de Alavío que todas las ollas nos traen los materiales que ellos mismos elaboran y que reflejan siempre alguna expresión de lucha relacionada al tema de la olla, estuvieron los compañeros y compañeras de Cine Libre Parque Abierto, un grupo que al igual que la olla trata de transformar el espacio público en un lugar de encuentro, de discusión, de visibilización de lo invisible. Así, todos los sábados desobedecen el control que las rejas del Parque Centenario nos quieren imponer e invitan a vecinos, vecinas, gente en general a disfrutar del mejor cine y a ocupar libremente, cara a cara, un espacio que pretende usurpar el Estado con su cemento, sus vigilantes, sus rejas y sus leyes.
En este caso los cumpas de Alavío proyectaron Urubú. Un documental que muestra algunos momentos de la vida militante de Sergio, un compañero anarquista apodado justamente Urubú, que fue asesinado en 1996 por la Policía Federal durante una acción directa, mostrándonos nuevamente que el sistema responde con más violencia que nunca cuando l@s oprimid@s cuestionamos el sagrado derecho a la propiedad.
Mas tarde, Cine Libre compartió con tod@s nosotr@s el genial documental La Isla de las Flores, en donde se muestra el brutal camino de un simple tomate desde que es cosechado, luego vendido en el mercado, luego desechado por seres humanos, comprado como basura y alimento para chanchos, desechado por los chanchos y finalmente consumido por otros seres humanos ni derecho ni acceso a nada.
Nuevamente comprobamos como el arte puede ser una poderosa herramienta de lucha y, al mismo tiempo no perder calidad ni contenido. Gracias a l@s compañeros que participaron.