miércoles, 20 de abril de 2011

Un nuevo desaparecido en democracia - Víctor Martínez, testigo clave del caso del obispo Ponce de León

Desde el pasado lunes 18, a las 13.00 hs., nada se sabe de Víctor Martínez, quien acusó al Coronel Saint Amant, Jefe del Batallón de San Nicolás en 1976, por la desaparición y muerte del Obispo Ponce de León, a quien se conocía como Monseñor Ambulancia "porque recogía todos los heridos" y era conocida su preocupación por los sacerdotes de su diócesis, al igual que por los presos políticos y desaparecidos, sosteniendo duros enfrentamientos con el Cuartel de San Nicolás.
Recordamos que era el único acompañante del Obispo en ocasión del accidente que le causó la muerte, ocurrido el 11 de julio de 1977 en circunstancias similares a las que sufriera Monseñor Enrique Angelelli.
Víctor estaba exiliado en Israel y había regresado para testificar en la causa judicial mencionada, habiendo recibido amenazas de muerte hace años atrás.
Sus familiares presentaron un hábeas corpus, luego de haber constatado su ausencia en las citas previstas en una escribanía y en el consultorio de su terapeuta, con quien seguía un tratamiento por estrés postraumático debido la reapertura de las causas en San Nicolás.
Junto a organismos de Derechos Humanos, convocaron a concentrarse frente a los Tribunales Federales de Rosario, en Oroño 940, a las 17.00 hs.
http://www.8300.com.ar/2011/04/20/desaparecio-testigo-clave-en-juicios-contra-la-dictadura/
Desapareció testigo clave en juicios contra la dictadura
Víctor Martínez es testigo clave en el caso de la muerte en un dudoso accidente del obispo Carlos Ponce de León, durante la última dictadura. El hombre desapareció el lunes.
Víctor Martínez, testigo en la causa en la que se investiga la muerte del obispo Carlos Horacio Ponce de León, asesinado durante la dictadura en un accidente simulado, se encuentra desaparecido desde el lunes.
La abogada de Martínez, Gabriela Scopel, dialogó con La Palangana (FM Universidad Calf 103.7), y explicó que están realizando las denuncias pertinentes juzgados de turno en Buenos Aires y en el Ministerio de Justicia, donde destacó que han sido bien recibidos/as.
“Si lo que quisieron es asustarlo creo que ya está hecho”, comentó la letrada.
Martínez salió el lunes de su casa hacia una Escribanía y luego tenía un turno médico. No llegó a ninguno de los dos lugares. Según el relato de la abogada, Martínez dejó unas facturas pagas en su casa, almorzó y salió. La desaparición se produjo entre las 13:30 y las 14.
Scopel afirmó que lo está buscando la policía federal buscando y que la SIDE está enterada del tema así como la minsita de Seguridad, Nilda Garré.
Sobre la causa en la que Martínez es testigo clave, Scopel explicó que él lo conocía muy bien al obispo Ponce de León ya que vivieron juntos los últimos 5 años. El obispo era el tutor legal de Martínez. “Conocía todo del obispado, vivía allíy con el. Sabía de las amenzas que sufría el obispo, y hasta contó cuando un día paso un auto y le tiraron una rafaga de ametralladoras para amedrentarlos en San Nicolás”, relató.
El testigo declaró en 2006, luego amplió su declaración, y le armaron una causa diciendo que el había mentido, describió la abogada. . “Estamos muy preocupados porque sabemos que iba a ser muy difícil que se probara que el obispo fue asesinado, que el acciddente fue provocado. Víctor dijo que estaba dormitando en el auto, por lo cual el accidente no lo vio. Pero en la causa no se hizo ninguna pericia accidentológica para saber como fue. El auto fue sacado de la ruta por una F100, que resultó ser de una empresa que tenía domicilio en la misma cuadra donde estaba la SIE (Servicio de Información del  Estado)”, expresó.

Víctor Martínez está desaparecido desde el lunes. Sus familiares presentaron un hábeas corpus. Es un testigo clave en el caso del obispo Carlos Ponce de León
Víctor Martínez, testigo en la causa en la que se investiga la muerte del obispo Carlos Horacio Ponce de León, asesinado durante la dictadura en un accidente simulado, se encuentra desaparecido desde el lunes. Así lo denunciaron sus familiares, que presentaron un hábeas corpus. En el pedido de intervención a la Justicia advirtieron que Martínez había tenido años atrás amenazas de muerte. A las dos de la tarde del lunes salió de su casa, en la ciudad de Buenos Aires, para ir a una escribanía ubicada en el microcentro, a la que nunca llegó.
“Tenía después un turno con su terapeuta a las 17.30 y tampoco fue. Estamos preocupados”, relató anoche la abogada Gabriela Scopel. Vestía camisa blanca, pantalón y zapatos negros y un pulóver oscuro. La letrada agregó que en los hospitales de la ciudad, tanto como en el SAME y en la Policía Federal dijeron no tener rastros de él.
Martínez era el único acompañante de Ponce de León cuando el 11 de julio de 1977 el obispo sufrió el accidente que le causó la muerte. Tenía entonces 19 años –hoy tiene 52– y estaba haciendo el servicio militar en la Prefectura Naval, donde estuvo secuestrado después del accidente.
Como obispo de la diócesis de San Nicolás, Ponce de León había acompañado a los trabajadores de Villa Constitución perseguidos por el terrorismo de Estado e intercedió por varios desaparecidos. Su muerte conmocionó a la zona por su similitud con la del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, que había ocurrido un año antes.
La investigación del asesinato fue reabierta luego de la anulación de las leyes de impunidad, pero se topó con continuos obstáculos en su avance. El principal investigado es el ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, jefe de la represión en la zona, hoy procesado (pero en libertad) en numerosas causas de desaparición de personas.
En el año 2008, el fiscal federal Juan Patricio Murray tuvo un fuerte cruce con el juez de la causa, Carlos Villafuerte Ruzo, cuando tras enterarse de que el cadáver del obispo había sido sacado de su tumba en la Catedral, pidió un análisis de ADN para certificar que el cuerpo dentro del ataúd no hubiera sido suplantado, pero se topó con una orden del juez suspendiendo la exhumación.
Martínez declaró en el expediente y fue acusado por falso testimonio y procesado. Por esto, inició una querella contra Villafuerte Ruzo. “A fines de diciembre presentamos una demanda por persecución religiosa contra el juez, en enero hicimos una presentación de juicio político en el Consejo de la Magistratura y el 24 de marzo, en el acto en la Plaza de Mayo, hubo un grupo que colgó una bandera con la consigna ‘juicio político al juez Villafuerte Ruzo’”, reseñó la abogada Scopel.
El hábeas corpus fue presentado “en atención a las causas penales que lo tienen como víctima, testigo, denunciante y querellante”, que son “eminentemente procesos en los que se investigan violaciones a los derechos humanos”.
El testigo estaba recibiendo atención psicológica por estrés post traumático, después de la reapertura de las causas de San Nicolás. Sus familiares contaron que sufre de alta presión, pero controlada con medicamentos, y que también suele usar bastón por problemas en su columna.
Por las amenazas de muerte que recibió fue abierta una investigación en el juzgado federal de Norberto Oyarbide, aunque el expediente fue cerrado el año pasado por falta de pruebas.

No hay comentarios: