A dos años de la desaparición de Jorge Julio López todos sabemos (o deberíamos saber) que fue secuestrado y torturado durante la última dictadura militar bajo las órdenes de Camps y Etchecolatz. Todos sabemos (o deberíamos saber) que el lunes 18 de septiembre del 2006 debía presentarse nuevamente en el juicio contra el represor Etchecolatz para presenciar cuando condenaban al que lo torturó, a cadena perpetua por los delitos cometidos en el marco del genocidio. Todos sabemos (o deberíamos saber) que con su testimonio determinó que el torturador del Pozo de Arana y del Pozo de Banfield, terminara en una cárcel común.
A dos años de su nueva desaparición se dijeron muchas cosas pero el Estado no tiene ninguna respuesta.
A dos años de impunidad todos nos seguimos preguntando (o deberíamos preguntarnos) ¿Dónde está López?
A dos años de su secuestro forzado hay mucho material audiovisual para ver, mostrar y seguir denunciando…
Los compañeros de Alavío en esta olla nos presentaron un video, un video que era necesario, un video realizado a apenas 10 días de su desaparición. Y es algo que no nos sorprende, ellos siempre están cubriendo y proveyendo de material urgente.
Y ver ese video (repito, realizado a sólo 10 días después del secuestro de López) nos permite recordar cómo el resto de los testigos se encontraban en medio de amenazas. Nos permite recordar que ya había indicios claros de cómo la policía sigue operando con los mismos métodos y con la misma impunidad que durante los años de la dictadura. Nos permite recordar como miles de personas se movilizaron a Plaza de Mayo, -en una jornada donde hubo actos en todo el país- para exigirle al gobierno nacional y provincial la aparición con vida del compañero y responsabilizarlo por su desaparición.
Nos permite recordar algo que a dos años ya casi nadie recuerda: la aparición de un cadáver calcinado en camino de cintura (el mismo lugar donde aparecían NN en la época de la dictadura), recordar que la policía enseguida dio un comunicado diciendo sin haber hecho ningún tipo de pericia que era el cadáver de López, recordar que el gobierno nacional y el provincial seguían sosteniendo que seguramente está perdido “debajo de algún puente”.
La compañera de Jorge Julio López se pregunta en el video: “En diez días ¿no tuvieron tiempo de revisar todos los puentes?” podemos decir que para tejer los hilos de la impunidad no alcanzan ni siquiera dos años para revisar todos los puentes.
Desde La Olla intentamos tejer otros hilos, construir otros puentes, tender otros lazos de memoria, de solidaridad y de lucha y ayuda mucho a ese intento poder contar con el trabajo de los compañeros de Alavío que siempre nos acompañan en esta esquina.
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