Justicia por Andrea Viera, por Jorge Galván Plaza, por todos nosotros

Para nosotros, los olleros, no pueden estar ausentes en esta olla sobre las desapariciones aquellos que fueron asesinados desde el Estado.
En este caso recibimos la visita de Eugenia Vázquez para seguir con el reclamo de justicia a 6 años del asesinato de su hermana: Andrea Viera y a un año del asesinato de Jorge Galván Plaza: uno de los principales testigos de la causa.
El 10 de mayo de 2002, Andrea Viera fue detenida junto a su compañero Gustavo Cardozo por "averiguación de antecedentes" y el 22 murió después de haber sido torturada y asesinada por policías de la comisaría 1ª de Florencio Varela.
Eugenia nos contó que si bien ella empezó a luchar por el caso de su hermana, ahora no solo reclama por Andrea sino que: “Es por los pibes de Budge, por Walter Bulacio, es por Germán Laura, por Darío y Maxi, por los 4 chicos (Diego, Elías, Miguel y Manuel) asesinados por la 1º de Quilmes, es por Carlos Fuentealba y Jorge Julio López, es por cada uno de los “sin nombre” que padecen la violencia policial en todo el país, incluyendo a las víctimas de la Comisaría 1ª de Florencio Varela. Es por cada pibe (joven, morocho y pobre, como lo era Andrea) que la sociedad los señala, los marca y la policía, los ejecuta.”
A pesar de lo luchado, la Justicia certificó la impunidad de los policías torturadores: Oscar Luciano Farías, Carlos Daniel Maidana, David Leonardo Gutiérrez y Diego Hernán Herrera.
El fiscal Pelayo y los jueces Anache, Topalián y Portunato dijeron y firmaron en el juicio que se comprobó que hubo torturas, pero que no se sabe quién fue, y que condenan a Marta Jorgelina Oviedo pero que puede disfrutarlo en su casa. Además se dejó fuera del juicio a los policías Ortega “Mamacha”, Erica Parra, Suriano, Marcelo Aquino, Luis Tachino, el comisario José Sita y el subcomisario Rafael Ominelli que fueron exonerados 10 días antes del juicio por Andrea.
Es obvio, la Comisaría 1ª de Florencio Varela goza de impunidad absoluta “ellos solamente existen para torturar, asesinar, porque saben que van a quedar impunes. Nosotros esperábamos que el fallo sea favorable para que los policías no torturen, no asesinen más pero nos dimos cuenta de que estos muchachitos van a seguir haciendo de lo suyo porque saben que hay jueces que los apañan. Pensábamos que la justicia iba a ser transparente pero no es así, porque hay mucho dinero de por medio que va de la institución policial para los jueces. Nos dimos cuenta de la corporación que hay entre ellos.”
Reclamamos junto con Eugenia el juicio político al fiscal instructor y los jueces de la impunidad. El reclamo se extiende al asesinato mafioso de Jorge Galván Plaza.
Su única culpa: declarar lo que sabía en el juicio contra la policía corrupta y torturadora. “Galván Plaza se presentó a brindar su testimonio en contra de los policías y su testimonio llevó a Marta Jorgelina Oviedo, a perpetua, aunque sea domiciliaria, pero perpetua al fin. Fue recibido por el entonces Gobernador Felipe Solá, antes del juicio por mi hermana Andrea Viera, aceptó la custodia que le dio Solá, ya que él fue amenazado en el 2002, cuando sucedieron los hechos, luego de los hechos, antes del juicio, durante el juicio, y, luego del juicio, y finalmente estos malnacidos cumplieron con lo prometido.”
Este testigo les resultaba muy peligroso a cada uno de los efectivos policiales de la Comisaría 1ª de Florencio Varela.
Denunciamos el accionar policial que mantiene su tradición de golpes y aprietes contra el pueblo. Denunciamos que la justicia avala con su acción y sostiene la impunidad de los torturadores. Y denunciamos que el poder político miró para otro lado, no se perdió la oportunidad de decir palabras de conveniencia, pero no actuó ni hace nada para cambiar esta situación que se repite a diario en distintos lugares de nuestro país.
Seguiremos luchando en la calle y en todos lados para que cada pibe (joven, morocho y pobre) tenga por delante un futuro de felicidad y no la exclusión y muerte a la que los condena este presente.