Como en todas las ollas, en esta, hubo música, ese arte que une es el lenguaje universal.
En esta olla nos gratificaron el Duo Guzman– Leiva, quie-nes con guitarra bombo y voz, realizo una serie de conoci-dos pasajes folklóricos.
Como no podía faltar muchos no se resistieron a bailar y esta vez no solo chacarera.
Difícil que en la esquina unos acordes bien intencionados se pierdan en la negrura de los adoquines
En la olla del otro bicentenario, no solo el lugar para la música de los pueblos originarios y para folklore, también tuvo su lugar Lauryn Dread y Javito Poemuffin,
domingo, 11 de julio de 2010
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