Mientras las ferias artesanales del “sistema de ferias” excluyen a muchísimos artesanos y en la calle la policía acosa, persigue, amenaza, intimida, secuestra artesanías y a veces los inspectores municipales o el personal policial se llevan presos a los artesanos; la olla nos hace un lugar. Al calor del fueguito y de los corazones compartimos la autogestión y la defensa del espacio público, que como tal nos pertenece y lo usamos, ya sea para comer, escuchar música, ver videos, hablar de temas que nos interesan o mostrar y ofrecer lo que creamos con nuestras manos.
María y sus tejidos…
En esta época donde todo se compra hecho, fabricado por máquinas, el tejer nos reencuentra con nuestros ancestros, con saberes pasados de generación en generación. El trabajo artesanal es un trabajo digno, lo hago con la dedicación con que lo haría para un ser querido, nos conecta con la capacidad creadora que tenemos todos los seres humanos, capacidad entre otras cosas, de producir con nuestras manos lo necesario para vivir.
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