sábado, 31 de octubre de 2009

Crónica sobre unos videos que incineran...

En la Olla latinoamericana, Olla de calendario rebelde, Olla que mas allá de sí misma es
parte de otros calendarios desobedientes, se pasaron dos videos, uno a cargo de la
Casa de la Amistad Argentino Cubana llamado “Mapuche, una Nación que vuelve”, en
el que se contaba parte de la experiencia mapuche a lo largo de estos más de 500 años
de resistencia indígena. Básicamente, ellos la dividen en dos grandes etapas. Una, es la
de la resistencia interna y cultural, en la cual guardaron su cultura, sus ritos, su
cosmovisión, su relaciones sociales y de producción, y su entendimiento con la
naturaleza, hacia adentro, para aguantar los golpes recibidos por los conquistadores de
ayer y de hoy, por la imposición de la cultura occidental judeocristiana, etc. La
guardaron, la cuidaron, pasándola de generación en generación, en las sombras,
resistiendo la muerte y el olvido...
La segunda etapa está caracterizada por una apertura hacia afuera, donde su modo de
vivir, de producir, de resistir, se hace su forma de lucha por la autonomía, el territorio y
la libertad de su pueblo. Empezaron a hablar. A combatir...
Y no por nada hoy su grito de guerra...El otro video era la presentación del Encuentro
Latinoamericano de Organizaciones Populares Autónomas, ELAOPA, realizado en
Luján, y hacía un repaso de movimientos y rebeliones populares, a lo largo del siglo XX.
En ellas se encontraban la revolución mexicana con Zapata y Villa, la rebelión del 68
también en México, la Revolución Cubana, la Revolución Sandinista, el Cordobazo, el
alzamiento del E.Z.L.N en el 94, la pueblada en Cutral Có, el Digno Diciembre del 2001
en Argentina, y harta carga revolucionaria en cientos de otros instantes históricos de
lucha, de los pueblos latinoamericanos en pie de guerra contra el invasor de afuera o el
genocida de adentro...
Estos videos abren las puertas de las historias, ya estamos sabiendo que hay más de
una historia como dice el Imperio, y ayuda a verse, entenderse, sentirse, parte de algo
mayor que nuestra propia coyuntura. Nos permite ver que la guerra no empieza cuando
decimos ya es hora, si no que ya empezó, y estamos llegando tarde a la cita con nuestra
propia historia... Que hay que seguir hermanados con los pueblos, más allá de los
gobiernos que sean, con el hermoso objetivo de hacer de ésta, nuestra América, una
trinchera donde la Libertad, la Igualdad, y la Solidaridad, sean nuestras armas de guerra
mas feroces, pero también las mas tiernas...
Pasaron tres meses de la desaparición y asesinato de Jonathan y Ezequiel, y los
responsables fueron sobreseídos. En el plano legal se hicieron las presentaciones para la
apelación.
A su vez, la situación de las familias en el barrio está complicada. El hostigamiento y
las amenazas no cesan e incluso crecen en la medida en que crece la organización de las
madres para defender a sus hijos de la violencia policial y el consumo del paco. Por
todo esto el jueves 8 de octubre en el barrio de Lugano realizamos una actividad en la
calle, denunciando y compartiendo las realidades que se viven en los barrios en
torno a estos temas.
Pasaditas las cuatro de la tarde fuimos llegando a la casa de Angélica (la mamá de
Jonathan) y armando lo que más tarde sería una riquísima merienda, chocolatada, torta
fritas, galletitas varias y muchas cosas más.
Poco a poco se iba sumando gente del barrio y también de diferentes agrupaciones que
adhieren a la denuncia de las familias de Jonathan y Ezequiel, asesinados por la policía el
8 de julio y desaparecidos hasta casi tres meses después.
La actividad empezó cuando Angélica se acercó al micrófono, saludando a los vecinos
y a toda la gente que se acercó a la calle. Angélica, Eli (hermana de Ezequiel) y
Gumercinda (mamá de Judith) contaron los casos de gatillo fácil que les arrancaron la
vida de sus hijos y hermanos, siendo escuchados por los vecinos presentes y por los que
miraban desde los balcones de los edificios cercanos.
Luego de ese momento cargado de emoción e impotencia, nos pusimos a merendar,
mientras algunos compañeros y familiares de los chicos comenzaron a pintar un mural en
homenaje a Jonathan y Ezequiel.
También se proyectaron los cortos del caso de Luciano Arruga, Sonia Colman y
Andrea Viera, tres víctimas del gatillo fácil.
La actividad finalizó pasadas las ocho de la noche, con el mural terminado y con
mensajes de las familias de los chicos. Un mural que nos recuerda el pedido de justicia
por los pibes de Lugano.

En esta olla latinoamericana, Angelica, la mama de Jonathan participo de la olla.

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